martes, septiembre 05, 2006

Memorias del Señor de los sueños.


Hace ya casi dicinueve años conocí al señor de los sueños, hace ya casi diecinueve años me abrio paso entre las letras, con silabario en mano me adiestro entre sílabas y frases poeticas, por las noches dibuja una sorisa en mi rostro antes de irse a dormir y me regalaba sus historias los sábados completos...Hoy que sus manos a la distancia me abrazan cuando siento frío comparto con ustedes un escrito del Señor de los sueños, mi padre.

(NOTA: escrita por el Señor de los sueños a su padre)


Tengo el alma arrepentida, la figura perpleja, la costumbre de siempre y el pavor más atroz de asomarme a tus ojos transgrediendo los sueños.
Columpiarme de nuevo en tus brazos, robarme un beso de tus labios quietos.
Yo que bien me acomodo a tu sombra y me arrullo en tu circulo sin dolor ni decoro, acojo tus virtudes en mi pecho mortal. Quisiera quedarme así, en tu pecho, vivir este sueño el día entero, una eternidad, para decir lo que no dijeron las palabras, pero la noche se vuelca en su profunda pena y sólo queda el callarse la boca cuando los miedos todos se fueron al alma
Pero amanece otra vez, el río de la noche desbordó su cause. Y me dijiste en este sueño:
"El mundo no es tan grande como para perdernos".
Tus palabras eran divinas como cuando estabas conmigo. Hoy, que no tenemos profetas y apenas puedo con la desgracia de estar sin ti, me quedo con la terrible convicción de que el dolor es el único leguaje que traspasara la historia.
Hoy me quedo con tu arenga a flor de labios : "Hay grandes cosas por hacer esperando por nosotros".
Estoy solo frente a la ventana mientras se hace presente la primera estrella de la noche que surgio despues de tu partida.